domingo, 11 de febrero de 2018

Relato corto: El Universo en sus espaldas.

Al final de la tarde, cuando Martina pensaba que ya había acabado la ajetreada jornada del cumpleaños de su hijo pequeño, y cuando ya había recogido y ordenado la gran mesa del comedor y se disponía a sentarse tranquila en el sofá para relajarse un rato antes de la cena, sonó el móvil haciéndola sobresaltase.

- ¡Hola guapa!, llamaba para agradecerte la fabulosa tarde que ha pasado Lucas en tu casa; acaba de llegar, Luis lo ha dejado en el portal. No para de hablar de lo mucho que se ha divertido… - La voz tenue y dulce de su amiga la animó y sonrió agradecida.

- Gracias Silvia, sí ha salido todo genial, los peques se lo han pasado bomba y dentro de lo que cabe… apenas se ha notado que había ocho monstruitos en mi salón.

- Pues me alegro, porque… ¡vaya ocho!… He pensado en ti toda la tarde y he estado a punto de ir a echarte una manita…- anunció con tono confidencial- De todas formas, tienes que estar cansada porque quieras que no una fiesta de cumpleaños requiere estar alerta y atenta a todos los detalles. – se alarmó Silvia con tono de preocupación, como siempre.

- No te creas… ¿te acuerdas de la página web que visitamos juntas cuando preparaba los detalles de Comunión de mi mayor?

 - ¡Claro!… cómo olvidarla, y además te salió una celebración de lo más original y entretenida, menos mal que Felisa estaba ahí, al quite… ¿eh? - Afirmó con tono de alivio.

Tartas de chuches


- ¡¡Ajá!!… Pues volví a recurrir a ella para organizar esta fiesta…me encantan las ideas que propone y la cantidad de detalles que te ofrece… La merienda la preparé yo misma, pero pedí una tarta de chuches personalizada que han devorado en segundos y, además, un detallito para cada uno con unos deliciosos bombones…

 - ¿tarta personalizada? ¡¡qué nivel!!…… ¿La mochila tan chula que trae Lucas es de esa Web? - Dijo Silvia sorprendida.

 - Sí, ¿a que es original?... se me ocurrió la idea de pasar el final de fiesta decorando cada uno su mochila con los colores y los diseños que más les gustaran… así, tienen un recuerdo de la fiesta y una mochila de un tejido resistente, moderna y única, decorada a su gusto y en la que pueden meter todas sus cosas… ¡genial!, ¿no crees?... Había diversos modelos, pero para estos ocho extraterrestres, opté por la que llevaba dibujos del espacio con naves y planetas divertidos.

- ¡Muy buena idea, Martina! Lucas ha usado las ceras que venían de regalo con la mochila y, además, ha pegado purpurina de colores, cintas y botones de distintos tamaños… ¡es muy graciosa y está realmente orgulloso de su obra! - rio Silvia.

 - Se me ocurrió que, si además de ese detallito que había pensado para ellos, les ofrecía distintos materiales para decorarla, los tendría tranquilos y concentrados…. el problema es recogerlo todo ahora… ¡¡¡voy a sacar purpurina y trocitos de cintas de colores hasta el año 2030!!!!… Pero bueno, ha merecido la pena, y se han entretenido aquí encerrados, los pobres, porque con la tarde invernal que hace… ¡cualquiera se los lleva al parque!

 - ¡¡¡Calla, chica, que acabamos de salir de un gripazo terrible…!!! - Afirmó de golpe con su tono pesimista. ¡Has hecho muy bien! – ratificó.

- ¡Eso creo yo!, jaja… rio Martina, contenta y satisfecha de su trabajo…

Tras despedirse de Silvia y dejar el móvil sobre la mesa, se dirigió de nuevo hacia el sofá con una sonrisa en los labios y pudiendo sentir ya la agradable sensación de relajarse sobre los mullidos cojines, justo en el preciso instante en que se abría la puerta de casa y Luis, Jorge y Miguelito, volvían, con gran algarabía, de acompañar a los amiguitos del pequeño a sus respectivas casas. El jaleo llegó hasta el salón:

- ¡¡¡¡Mamá, mamá!!!!!!… ¿qué vamos a cenar? ¡¡¡Tengo hambre!!!…

viernes, 2 de febrero de 2018

Relatos cortos: El dilema de Mari…

¡Odio San Valentín!

Se acerca el día de los enamorados y como todos los años me invade la misma pregunta, qué narices voy a regalarle en San Valentín...

Es, sin duda, culpa mía, puesto que me empeño año tras año en sorprenderle. Aunque no lo parezca es muy difícil acertar con el regalo que le haga emocionarse, aunque sólo sea un poco. Pero yo, tozuda, no me rindo.

Desde que estamos juntos, que son varios años ya, he probado con regalos clásicos como bombones u otros de temática amorosa y un poco ñoña como una foto nuestra enmarcada en un portafotos con forma de corazón, un albornoz rojo pasión donde pone I love you, un colgante de juntos para siempre , una cena romántica, incluso algún elemento de lencería llamativo… pero, desgraciadamente, no le han hecho mucha ilusión, más bien ninguna… visto que la foto está en el salón escondida en la estantería entre libros y películas en dvd; el escandaloso albornoz sigue en la bolsa de celofán y no lo ha usado jamás; y, finalmente, el famoso colgante no sé ni donde estará metido…

Sin embargo, mentiría si dijera que la lencería y la cena no surten el efecto deseado… parece que ese regalo sí le gusta y, de hecho, lo repetimos ocasionalmente…. La pega es que, si sigo cenando así, ¡¡¡terminaré por no entrar en la lencería o pareceré una morcillita sexy!!!

Se me ocurre este año, optar por algún tipo de gadget electrónico, una herramienta ingeniosa o algún complemento masculino que pueda, por fin, impresionarle.

Sin lugar a duda, he recurrido a la página web que Felisa nos recomendó a todas y he echado un largo vistazo. Ofrece variedad de ideas interesantes: son originales los abrebotellas y complementos para el vino que ofrece en la categoría gourmet; también me llamó la atención la diversidad de linternas, navajas multiusos y herramientas prácticas que presenta; al igual que complementos como llaveros originales, set para limpiar el calzado, bolígrafos elegantes y petacas.

Yo me he centrado más en la electrónica, creo que puedo acertar si le sorprendo con una radio para la ducha, un altavoz bluetooth o una lamparita para el ordenador…

¡Qué dilema!

Mientras escribo estas líneas pienso en lo sencillo que es para él, pues, simplemente, abre la billetera y me suelta… ¡cómprate lo que quieras!… Sin ningún calentamiento de cabeza. ¡¡Qué felicidad!! Y además… siempre acierta, ¿no te fastidia?

¿Y si este año cambiaran las tornas?, ¿y si me hago la olvidadiza y no hay detalle para regalar?... ¿y si la sorpresa es que no hay sorpresa? ... ¿y si…? ……… ¡¡ Qué va!!! …lo mío no tiene arreglo… ¿a quién quiero engañar? … ya he decidido:

Este año será la radio para la ducha… a ver si así, tras la cena y la lencería, nos damos un baño con música romántica y usamos… ¡¡el albornoz!!